Sólo un día a la vez
Pasé el día entre llamadas telefónicas y mi computadora (editando fotos y videos). Cabe aclarar que estamos terminando el año, con mucho trabajo y estamos en medio de una mudanza. A las 9 pm me metí a bañar. A las 11 pm mi esposo se fuè a dormir, yo no me fuí con èl porque tenía mi cabello húmedo todavía.
A la 1 am me dispuse a irme a mi cama, acomodé todas mis almohadas: mi almohada en cuña (para la mejor circulación de mis piernas) mi almohada para poner entre mis rodillas, mi almohada para mi cintura, y mi almohada para mi cabeza (volví a usarla después de años para evitar las crisis de tos, me ayuda).
Me acomodé para dormir... después, me moví... me empezó a doler la espalda, me volví a mover, me dolió más, y así, siguió subiendo, hasta que, sin darme cuenta... empecé a llorar, a quejarme, y no podía parar, ni moverme. Me levanté como pude a tomarme un analgésico (solo me funciona el ketorolaco). Volví a mi cama, y mi esposo se despertó; yo no podía dejar de llorar. Date vuelta para darte un masajito, dime què te pongo? me dijo... y como pude me acomodé boca abajo y le dí mi diclofenaco en crema. Lloraba más a medida que me tocaba, aunque al mismo tiempo, sentía alivio y el analgésico empezaba a hacer efecto de a pocos. Ya para dormirme lo abracé, lo besé y le dije lo que siempre le he dicho cada vez que me saca de una crisis: qué sería de mí, sin tí.
Me revuelco de coraje cuando alguien dice: tengo fibromialgia en grado 4 o 5... o tengo fibromailgia de tupo 4 o 5 (eso les dicen los doctores)... se pasa del 2 al 5 en un instante. Se los digo yo, se los firmo, se los juro por lo más sagrado de mi vida. De estar en una calma, pasas al infierno en cuestión de segundos, así es vivir con Fibromialgia. Al diablo los doctores y sus teorías! La única forma de vivir con Fibromialgia es: aprender a conocer tu cuerpo y tu Fibromialgia.
De Fibromialgia como tal, no te mueres. No, te puedes morir solo si te rindes; respira, llora y mañana vuelve a ocuparte de tí misma.
#alasvioletacoaching
A la 1 am me dispuse a irme a mi cama, acomodé todas mis almohadas: mi almohada en cuña (para la mejor circulación de mis piernas) mi almohada para poner entre mis rodillas, mi almohada para mi cintura, y mi almohada para mi cabeza (volví a usarla después de años para evitar las crisis de tos, me ayuda).
Me acomodé para dormir... después, me moví... me empezó a doler la espalda, me volví a mover, me dolió más, y así, siguió subiendo, hasta que, sin darme cuenta... empecé a llorar, a quejarme, y no podía parar, ni moverme. Me levanté como pude a tomarme un analgésico (solo me funciona el ketorolaco). Volví a mi cama, y mi esposo se despertó; yo no podía dejar de llorar. Date vuelta para darte un masajito, dime què te pongo? me dijo... y como pude me acomodé boca abajo y le dí mi diclofenaco en crema. Lloraba más a medida que me tocaba, aunque al mismo tiempo, sentía alivio y el analgésico empezaba a hacer efecto de a pocos. Ya para dormirme lo abracé, lo besé y le dije lo que siempre le he dicho cada vez que me saca de una crisis: qué sería de mí, sin tí.
Me revuelco de coraje cuando alguien dice: tengo fibromialgia en grado 4 o 5... o tengo fibromailgia de tupo 4 o 5 (eso les dicen los doctores)... se pasa del 2 al 5 en un instante. Se los digo yo, se los firmo, se los juro por lo más sagrado de mi vida. De estar en una calma, pasas al infierno en cuestión de segundos, así es vivir con Fibromialgia. Al diablo los doctores y sus teorías! La única forma de vivir con Fibromialgia es: aprender a conocer tu cuerpo y tu Fibromialgia.
De Fibromialgia como tal, no te mueres. No, te puedes morir solo si te rindes; respira, llora y mañana vuelve a ocuparte de tí misma.
#alasvioletacoaching
Comentarios
Publicar un comentario